Seguridad vial en el trabajo para reducir accidentes de tráfico | Flotefi
 

Seguridad vial en el trabajo: 3 pasos para reducir los accidentes de tráfico

Las empresas adoptan cada vez más medidas preventivas para garantizar la seguridad vial en el trabajo. Te contamos cómo reducir la siniestralidad laboral causada por accidentes de tráfico.

Como reducir la siniestralidad de tu flota de vehículos

Las empresas adoptan cada vez más medidas preventivas para garantizar la seguridad vial en el trabajo. Sin embargo, los accidentes de tráfico siguen siendo la principal causa de muerte en el lugar de trabajo, lo que demuestra que todavía hay mucho margen de mejora.

Este artículo proporciona una hoja de ruta para:

  • Comprender los riesgos y las obligaciones asociados a la seguridad vial en el trabajo.
  • Aprovechar los requisitos reglamentarios para estructurar su política de prevención.
  • Desplegar un plan de acción eficaz en su empresa.

También detalla cómo las últimas innovaciones tecnológicas en la gestión de flotas y los compromisos de RSC de las empresas contribuyen a reducir los accidentes y a proteger a tus conductores.

Paso 1: Conocer las obligaciones y los riesgos de la seguridad vial en el trabajo

Millones de trabajadores se ven afectados por los riesgos viales en el trabajo. Sin embargo, pocas empresas los clasifican como el principal riesgo laboral, y su impacto sigue siendo relativamente desconocido.

Los accidentes de tráfico son la principal causa de los accidentes laborales mortales

Graves consecuencias para los empleados y sus empresas

Si bien es cierto que las cifras mejoran año a año, el número de personas afectadas sigue siendo alto: en 2020 hubo 36.139 accidentes de tráfico en el trabajo.

Los siniestros viales laborales en España disminuyeron un 33,7 % durante el 2020, representando un 12,2% del total de los accidentes laborales, que también descendieron en un 26 % respecto al año anterior.

La mortalidad en los siniestros viales laborales también se redujo en un 15 %, ya que durante el 2020 supuso el 28 % de la registrada en la totalidad de los accidentes laborales.

Los responsables financieros y de flotas se ven afectados por esta causa. Si un conductor empleado sufre un accidente mientras está de servicio, la aseguradora pagará los daños, pero esto supondrá un aumento de las primas del seguro para la empresa. También hay que tener en cuenta los costes de los daños, el desgaste prematuro y la inmovilización de los vehículos de la empresa.

Cuáles son las obligaciones de la empresa en materia de seguridad vial en el trabajo

Las empresas son responsables de tomar todas las medidas necesarias para garantizar la salud y la seguridad de sus empleados. Si no lo hacen y se producen accidentes y siniestros de trabajo, pueden ser consideradas penalmente responsables, normalmente por delitos de homicidio o lesiones no intencionadas. La falta de mantenimiento o la sobrecarga de un vehículo pueden constituir, por ejemplo, una falta de la empresa en caso de accidente.

La responsabilidad civil de la empresa también se producirá si el conductor, empleado de la empresa, se encuentra en una tarea relacionada con su puesto de trabajo y causa daños materiales o daños corporales a un tercero. En ese caso, es responsabilidad de la empresa reparar los daños.

El trabajador también puede reclamar una falta inexcusable cometida por la empresa si es víctima de un accidente laboral de tráfico y existen fallos en la política de prevención de riesgos laborales. El trabajador será entonces indemnizado por los daños sufridos, como en cualquier otro accidente de trabajo.

Además de estas dramáticas repercusiones, el número de accidentes de tráfico genera costes para la empresa a varios niveles.

Los recursos humanos son los primeros en verse afectados: según la Asociación Profesional de Empresas de Formadoras en Seguridad Vial, las bajas laborales por accidentes de tráfico tienen un coste laboral de más de 175 millones de euros al año. De hecho, suelen producir una baja de 39 días de media, lo que supone más de 2 millones de días de trabajo perdidos.

Las obligaciones del trabajador

Los conductores se rigen por las normas de conducta del código de circulación. Cualquier infracción puede dar lugar a responsabilidad penal, así como cualquier imprudencia o negligencia en caso de accidente que cause daños corporales.

El incumplimiento de una obligación de seguridad en el ejercicio de las funciones también puede dar lugar a sanciones disciplinarias reguladas por el Código de Trabajo.

Paso 2: sentar las bases de su política de prevención

Garantizar la seguridad vial en el trabajo requiere una buena política de prevención. Las PYMES van a la zaga en este ámbito: menos de una de cada cinco empresas ha puesto en marcha acciones en este ámbito.

Redacción de un Documento Único de Evaluación de Riesgos Laborales

La redacción de un documento de Evaluación de Riesgos Laborales es un buen punto de partida. Enumera los riesgos a los que están expuestos los empleados. Sin embargo, las PYME lo olvidan con demasiada frecuencia y no siempre se refieren a los riesgos de la carretera.

En la Ley de Prevención de Riesgos Laborales (LPRL) se establece que “ las empresas, en atención al número de trabajadores y a la naturaleza y peligrosidad de las actividades realizadas, podrán realizar el plan de prevención de riesgos laborales, la evaluación de los riesgos y la planificación de la actividad preventiva de forma simplificada, siempre que ello no suponga una reducción del nivel de protección de la seguridad y salud de los trabajadores y en los términos que reglamentariamente se determinen.”

En el Reglamento de los Servicios de Prevención (RSP): “Las empresas de hasta 50 trabajadores que no desarrollen actividades del anexo I podrán reflejar en un único documento el plan de prevención de riesgos laborales, la evaluación de riesgos y la planificación de la actividad preventiva. Este documento será de extensión reducida y fácil comprensión, deberá estar plenamente adaptado a la actividad y tamaño de la empresa y establecerá las medidas operativas pertinentes para realizar la integración de la prevención en la actividad de la empresa , los puestos de trabajo con riesgo y las medidas concretas para evitarlos o reducirlos, jerarquizadas en función del nivel de riesgos, así como el plazo para su ejecución.”

Debe prestarse especial atención a los factores de riesgo laboral que aumentan la posibilidad de sufrir un accidente: el trabajo nocturno, la multiplicidad de empleadores, el tipo de vehículo utilizado o los desplazamientos de larga distancia, por ejemplo.

Realización de una auditoría de seguridad vial en el trabajo

Una buena política de prevención debe basarse en los riesgos identificados. La realización de una auditoría permite caracterizar los riesgos viales propios de la empresa y de su actividad. Las mejores prácticas para mitigar estos riesgos no serán las mismas en función del sector, el lugar, las rutas, las condiciones y las prácticas de uso de los vehículos.

Esta auditoría puede ser externalizada y llevada a cabo por un especialista en riesgos laborales. Si el inventario de riesgos se realiza internamente, se pueden utilizar soluciones de gestión de flotas para apoyar su diagnóstico. Conectados a sus vehículos, pueden proporcionar información sobre su flota de vehículos, sobre los trayectos y sobre el comportamiento de los conductores. La clave es anticipar mejor los factores de riesgo.

Esta auditoría interna o externa debe dar lugar a recomendaciones específicas para la empresa en términos de control, formación y concienciación.

Creación de un Plan de Movilidad de los Empleadores para combinar la seguridad vial y la política de RSE

Se avecina una nueva Ley de Movilidad que abordará los siguientes ámbitos a regular como prioritarios para estructurar la futura norma, y sobre los cuales se desea recabar el parecer del sector y la sociedad:

  1. Fiscalidad del transporte
    Llevar a cabo, en el marco del debate existente en la Unión Europea, la revisión de la fiscalidad aplicada a las fuentes de energía y medios de transporte, siguiendo los principios rectores de la Ley de Cambio Climático y Transición Energética, con el fin de potenciar la eficiencia energética, el uso de energías renovables y la reducción de emisiones en el transporte.
  2. Financiación del transporte
    Incorporar al ordenamiento jurídico los preceptos que permitan establecer un sistema de financiación del transporte basado en criterios estables, predecibles y proporcionales, de forma que se logre un funcionamiento correcto de los distintos sistemas y se minimice la incertidumbre en la financiación anual de los costes de funcionamiento.
  3. Otras subvenciones y ayudas al transporte
    Desarrollar la regulación necesaria para asegurar la coherencia del sistema de ayudas y subvenciones en materia de movilidad que otorgan las distintas Administraciones públicas, eliminando posibles duplicidades y aumentando su eficacia.
  4. Planificación y financiación de las infraestructuras de transporte
    Establecer las bases para garantizar una planificación rigurosa en el ámbito de las infraestructuras de transporte, que aporte certidumbre a los distintos operadores, así como establecer criterios de priorización para las inversiones que acometa la Administración General del Estado, que asegure que los recursos se destinan a los proyectos que generen mayor valor para la sociedad.
  5. Regulación para el fomento de la movilidad sostenible
    Introducir medidas para avanzar en la sostenibilidad del transporte y la movilidad, entendiendo la sostenibilidad desde la triple perspectiva: social, económica y medioambiental, y estableciendo medidas para fomentar una movilidad inclusiva para todos los colectivos y en todo el territorio.
  6. Regulación en materia de sensibilización y formación en movilidad sostenible
    Introducir disposiciones para mejorar la formación en materia de movilidad sostenible y medidas de sensibilización que vayan dirigidas a los diferentes agentes y colectivos, y a la ciudadanía en general.
  7. Investigación e innovación en transporte y movilidad
    Revisión, actualización e impulso de nueva regulación que permita y facilite la I+D+i en la movilidad, con el objetivo de lograr un triple equilibrio entre el impulso a la innovación, la seguridad jurídica, seguridad física y operacional, y la protección de los derechos de los usuarios, ciudadanos y trabajadores.
  8. Regulación de la logística y distribución urbana de mercancías
    Abordar sistemas de eco-incentivos que promuevan la reducción de costes externos del transporte, fomentando el trasvase de las mercancías hacia modos más sostenibles y, desde el respeto a las competencias de otras administraciones en la materia, contribuir al establecimiento de una visión conjunta necesaria en la distribución urbana de mercancías (DUM), estableciendo criterios que impulsen un sistema común y homogéneo, eliminen barreras administrativas y se alcance la interoperabilidad en un ámbito fundamental de la movilidad como es la distribución de proximidad.
  9. Digitalización y automatización del transporte y datos abiertos
    La utilización masiva de datos en aplicaciones de movilidad y la innovación en vehículos y pautas de transporte plantean retos a nivel regulatorio. El objetivo aquí es sentar las bases para que el marco regulatorio actúe como incentivador a la investigación e innovación en transporte y movilidad, evitando introducir frenos y cargas a la innovación, al tiempo que se continúa velando por la protección de los derechos de los usuarios en los nuevos desarrollos.
  10. Mejora de la competitividad del transporte y otras medidas sectoriales
    Mejorar la competitividad del transporte y la logística puede requerir modificaciones de las normas sectoriales que regulan cada modo de transporte.
  11. Instrumentos para la gobernanza y participación pública
    El carácter transversal de la movilidad y las diferentes administraciones que ostentan competencias sobre la misma, hacen necesario el establecimiento de una estructura de gobernanza bajo los principios de colaboración, cooperación y coordinación, desde el pleno respeto al reparto competencial, que garantice el seguimiento de los objetivos que se establezcan y promueva la coherencia en las actuaciones llevadas a cabo, con la participación de todos los actores implicados.

Es el momento de empezar a plantearse como empresas la creación de un plan de movilidad, entendido como una oportunidad para hacer hincapié tanto en la seguridad vial en el trabajo como en el medio ambiente, para afirmar los compromisos de la empresa en este ámbito y para fomentar una cultura global en torno a estos dos temas. Así, las acciones de sensibilización pueden combinar estos dos aspectos.

Este plan también puede ser una oportunidad para abordar un riesgo que a menudo es subestimado por las empresas: los desplazamientos. Su prevención no depende de una obligación legal, pero es durante estos trayectos cuando se producen la mayoría de los accidentes, mientras los conductores están en «piloto automático». Fomentar los cambios modales, limitar los desplazamientos de los empleados o realizar cambios dentro de la empresa (aparcamientos para bicicletas, coches compartidos, etc.) son medios eficaces de prevención.

Paso 3: poner en marcha un plan de acción en torno a las áreas prioritarias de la seguridad vial en el trabajo

Desde Flotefi te proponemos 3 puntos a tratar en los que los últimos avances tecnológicos en la gestión de flotas permiten mejorar.

1.    Organizar los viajes y la comunicación

Adaptar la organización del trabajo, planificar el tiempo necesario para los desplazamientos y definir el modo de transporte más adecuado. Favorecer la comunicación fuera del tiempo de conducción y prohibir el uso de teléfonos mientras se conduce.

Una mejor gestión de los horarios y la optimización de los trayectos limitan la duración de los mismos y los factores externos de riesgo en la conducción (atascos, horarios inadecuados, etc.).

El uso de las últimas soluciones tecnológicas de gestión de flotas facilita la organización de los viajes, gracias al seguimiento del vehículo y del viaje (con o sin geolocalización) y a la gestión del calendario en línea. Beneficia directamente a sus conductores, que también pueden registrar previamente sus direcciones para una conducción más fluida y acceder a su historial de viajes para optimizar sus rutas.

En cuanto a la comunicación, se prohibirá el uso de teléfonos y kits de manos libres, en favor del reenvío automático al servicio de mensajes mientras se conduce.

2.    Elección y mantenimiento de los vehículos

Adaptar el vehículo al trabajo a realizar, acondicionarlo correctamente para el transporte de cargas y herramientas y asegurar un mantenimiento eficaz son claves.

En este ámbito, se puede utilizar una aplicación de gestión de flotas para anticipar el mantenimiento necesario, basándose en las últimas revisiones realizadas o en el cuentakilómetros.

Con las soluciones más avanzadas, es posible gestionar la actividad de su flota con mayor detalle mediante funciones específicas para el tipo de vehículo utilizado. Por ejemplo, las soluciones de Flotefi integran la supervisión de los equipos y la maquinaria de construcción, y proporcionan alertas en caso de anomalías o de uso inadecuado para prevenir los riesgos asociados a su utilización.

Paralelamente, no olvides introducir un control sistemático de los permisos de conducir a intervalos regulares, cada tres meses por ejemplo.

3.    Formación sobre riesgos laborales en todas las áreas de la empresa

Los directores, los responsables de departamento, los miembros del comité de empresa, los responsables de la flota y los empleados deben recibir formación sobre buenas prácticas de prevención de riesgos viales.

La formación en ecoconducción y seguridad es la medida más eficaz para prevenir el riesgo vial. La conducción ecológica pretende concienciar sobre una conducción más virtuosa y segura.

La solución de Flotefi también permite integrar, directamente en su plataforma, un módulo de conducción ecológica que proporciona datos sobre el comportamiento de los conductores.

Con este módulo, es posible observar el comportamiento denominado «brutal» de los conductores (aceleración, frenado, etc.), para orientarles hacia una conducción más tranquila y, por tanto, más segura.

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